Tarjetas de Cumpleaños
Hola Orión...
Hola Vero.
¿Cómo estás? Espero que muy bien, disfrutando de tu cumpleaños.
Llegaste tú y valió madre todo.
Ojalá que este año que ha pasado te haya servido para reflexionar sobre las cosas buenas y malas que hiciste en el pasado y te ayude a mejorar.
Contigo todo siempre debe ser introspección...introspección introspección introspección. ¿Que pasó una mosca? Introspección. ¿Se extinguieron los dinosaurios? Instrospección. Que maldito afán el tuyo el de siempre estar pensando en la trivialidad de la vida propia cuando hay cosas más importantes que hacer, como el hecho simple y sencillo de vivir sin más ni más.
Recuerda que el cumplir años no es un año más de vida...
Lo siento nena, pero debo decirlo: tu redacción ha decaído desde que nos dejamos.
...es un año menos para llegar al Paraíso (la muerte)...
¡Oh! ¡Todo este tiempo he estado equivocado! El chiste de todo este embrollo es entonces vivir menos, por que a fin de cuentas, más pronto llegaremos al Paraíso. ¡Pero claro! ¿Cómo no se me ocurrió antes? Deja pegarme un tiro, carajo...¡el Paraíso me espera! Mientras más rápido, mejor.
...tu entiendes rollos filosóficos.
Quizás si entienda algo de filosofía...pero a ti no. Durante los casi dos años que estuvimos juntos nunca te encontré el modo, nunca te pude desentrañar. Entenderte iba más allá de mis posibilidades. Eras...eres...tan extraña. Te amé, es cierto, pero mira a todo lo que me llevó amarte. Me lastimaba tu presencia, ¿por qué? Por lo rara que eras con todo, no solamente conmigo. Tus lógicas eran retorcidas y radicales. ¿Por qué? No lo sé, no me toca a mi comprenderlo.
Creo que es todo...
Ánima benditas.
hasta luego y cuídate mucho.
Si...mucho.
Sandra Verónica C.A.
¿Sabes que ha sido la felicitación más extraña que he recibido en mi vida? Lejos de arrancarme una sonrisa me has jodido el día. Pero para que me sorprendo...cada cumpleaños era la misma historia contigo, y en general, muchos días. Cada cumpleaños tenía que soportar tus caras y malas ondas, tenía que pedirle disculpas a mis amigos por tu comportamiento tan mustio. Así fueron los dos años que me tocó estar a tu lado.
Como diario desde que nos separamos, mi vida era tan sencilla...hasta que apareces tu.
¿Y sabes que me encabronó más? Que tu maldita tarjeta electrónica ocasionó que la computadora se me trabara tres veces, obligándome a reiniciarla.
Gracias por todo Verónica, espero que no pretendas que te ponga un monumento después de esto.
Y no...yo no te voy a molestar el día de tu cumpleaños ni ningún día más, por que así debe de ser la cosa.
Ni más...ni menos.
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